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Mostrando entradas de junio, 2011

El curso de Diana también acabó.

Tercero ha sido un curso muy difícil. En el curso anterior -al que Diana se incorporó en enero-, aprendio a leer y a escribir, con la ayuda inestimable y el interés de su maestra Ruth, también aprendió los números aunque se hacía, se hace- un lío con lo de mayor, menor, anterior y posterior y las sumas y restas con llevadas… incluso el verano pasado ya hicimos alguna tímida incursión en las tablas de multiplicar, siempre con el botón del autoborrado encendido. Profesorado y sistema distinto y el maldito curso Tercero de Primaria que es un curso de aúpa –todos lo dicen- para cualquier niño, pues habría que imaginarse lo que ha supuesto para Diana: tanta información, tantos ejercicios, encima libros reciclados en los que no se podían hacer los ejercicios y había que copiar y copiar preguntas y respuestas de unos deberes que toda la tarde era corta para poder llevarlos a cabo, una materia tan llena de contenidos y novedades tan ajenas para Diana, que le ha sido imposible asumir. ¿Có

Y colorín colorado este curso se ha acabado

Para Nacho se acabó el curso. Hoy nos despedimos de la "Seño" Isa, se nos va de veraneo y a otro cole así que el año próximo no podremos contar con ella... Cruzo los dedos para que con la que venga de nuevas tengamos tan buena sintonía como con ella. Ha sido la primera seño de Nacho, nuestra primera seño de la etapa infantil. Aún recuerdo las dos primeras tomas de contacto: La primera tutoría nada más empezar el curso, cómo nos acogió y empatizó con la circunstancias de Nacho, sin casi hablar, tan diminuto, tan rezagado. La segunda vez fue por teléfono -“Mira, soy Isabel –(¿Isabel...????....Qué enfermera, vecina, amiga conozco yo con ese nombre....????)- -“Tranquila que no pasa nada...” – en mi cabeza se desataron todas las alarmas, la adrenalina por mi cuerpo me iba poniendo cada vez más alerta)- -“Es que se ha hecho caca y es de un color muy raro…” –(caca…¿¿¿¿caca???? Ah! ¡Nacho, hablamos de Nacho! ¡Qué suspiro de alivio!)- ¡La primera vez que me llamaban como madre

Cuentos que ayudan a los padres.

No lo voy a negar, mi hija me preocupa y mucho. Es la niña más dulce del mundo, extraordinariamente buena y cariñosa con una importante carencia de experiencias y esto es un problema que se acrecienta día a día porque tiene grandes huecos y lagunas y le faltan datos básicos del corriente día a día y lo malo es que le falta curiosidad por rellenarlos, al mismo tiempo se está haciendo mayor muy deprisa pero su inmadurez es tanta que la mayoría de las veces cuando una u otra faceta se pone de manifiesto resulta igual de chocante la una que la otra. Es una niña muy especial (¿qué niña no lo es?) pero sus circunstancias, pasadas y presentes hacen que mi preocupación por ella sea enorme y eso me lleva a romperme la cabeza pensando en mil maneras de –a veces- hacerla comprender o simplemente hacerla reaccionar, que pregunte, que se interese... Tenemos frentes abiertos en muchos campos: la alimentación, los conocimientos básicos, y una personalidad de libro en blanco donde ir acumulando lo

Temas importantes, temas difíciles.

Uno de los talleres más interesantes que ha organizado la asociación Afam de Granada fue sobre cómo comunicar y hablar de temas “difíciles” o importantes con nuestros hijos, cómo, cuando y porqué. Lo impartió Brenda Padilla, periodista y autora del imprescindible blog “adopción por dentro”, también imparte cursos de comunicación para profesionales y debe de ser muy buena, porque enseguida se hizo con los que asistimos, captando nuestra atención desde el primer minuto y haciéndonos empatizar con ella inmediatamente. Comunicadora excelente, de manera fácil y agradable nos mostró la importancia de hablar de todo con nuestros hijos adaptándonos en cada etapa de su crecimiento no sólo a sus demandas, sino que nos indicó la necesidad de abordar estos temas incluso antes de que nuestros hijos lleguen a preguntarnos. En ocasiones creemos que no quieren saber o que no les interesa saber y vamos posponiendo el hablarle de su historia, a veces porque nunca nos parece el momento y puede suceder q