Hay personas que forman parte de tu vida de una manera especial, aunque ellos no lo saben, personas a las que llegas por esas casualidades que no existen o porque necesitas ayuda o respuestas o conocimiento y ellos lo tienen.
Vas buscando información, estrategias para alguna de las facetas de tu vida en las que no acabas de encajar y te vas tropezando con esas personas y con su experiencia pero sobre todo por su forma de trasmitirla te ayudan (¡vaya si te ayudan!) A veces son sus libros, sus publicaciones, otras es lo que alguien cuenta que han dicho o publicado sobre tal cosa y otras, de pronto, una coincidencia de esas que tampoco existen y te cruzas con una de ellas en uno de esos infinitos pasillos de internet y te atreves -movida por la admiración y el agradecimiento- y la saludas sintiéndote como cuando tienes enfrente a tu autor favorito para que te firme su libro y te devuelve el saludo con calor y piensas –es maja- y un día andas tú por esos pasillos contando cosas, compartiendo un mensaje que crees que debe llegar lejos y resulta que tu mensaje le llega de una manera especial porque ha llegado -por esas casualidades que no son-, en el momento exacto en que debía de ser. Y bueno... sonríes y sientes que el mundo es más cómodo y la gente, los seres humanos, estamos más cerca de lo que podemos pensar.
Gracias Pepa un abrazo.