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Mostrando entradas de octubre, 2015

El libro ahora es vuestro

El pasado viernes se hizo la presentación de nuestro libro “ Mariposasen el corazón: la adopción desde dentro ”. La sala estaba llena, llena de muchas caras que nos miraban con cariño, la sala estaba llena a rebosar de él, las personas que estaban allí fueron a apoyarnos y a mostrarnos su cariño y a respaldar nuestro trabajo, un proyecto que al fin se hacía realidad. Eso no pasa todos los días. Todas estábamos nerviosas por la responsabilidad, queríamos que nos saliera bien ¡claro! pero es que además estaban allí las personas a las que más queríamos y que son protagonistas de nuestro libro y de nuestra vida. Sentirlos allí: sentir que todos estaban dentro de nuestro equipo, las familias, nuestros compañeros de vida, nuestros  hijos …Fue algo muy intenso. Hablar sobre el libro, compartir de viva voz con todas las personas que se acercaron (o vinieron desde lejos para estar allí) lo que en el libro compartimos, fue algo de lo más especial, conocer en persona a personas que

Yo quiero ser el bueno

Cada vez más en la televisión, en los medios de comunicación, en muchas series y en muchas películas señalan al hecho de ser adoptado como justificación o motivo para la malignidad de los personajes. Mi hijo pequeño no es ajeno a esto y hace poco al hilo de la película "Los Vengadores" donde la maldad del villano Loki es justificada por su hermano diciendo “"es adoptado", me comentaba: -Mamá porqué los adoptados siempre son los malos?¿Si “naces” adoptado vas a ser siempre el malo? ¿Cómo se lo explicamos para que lo entiendan? En el colegio hay un niño algo mayor que es cojito, no sabemos  que le habrá sucedido pero de más pequeñito no lo era, de pequeño jugaba y saltaba mucho a la comba. Ese niño se ha vuelto travieso y anda todo el día dando patadas a otros niños y niñas a los que hace daño. -¿Crees que tiene "la culpa" de portarse así el haber saltado a la comba de pequeñito? -No-me dice muy convencido. -Claro, que no.¡No

La vuelta al mundo en 2190 días

Hoy se cumple el aniversario del día más importante de nuestra vida: El nacimiento de nuestra familia. Los recuerdos afloran con fuerza, las emociones, la intensidad de todas ellas, el miedo, aquel día junto con la ilusión,la más fuerte era el miedo, la tremenda responsabilidad de convertirte en madre, de convertirnos en padres de dos niños de los que nada sabíamos ni siquiera teníamos sus fotos, ni la edad, a ciencia cierta nada sabíamos de su pasado, de sus vivencias ni de cómo eran. Desde entonces la vida ha sido distinta, el mundo ha cambiado mucho,  muchas de nuestras circunstancias, de nuestras realidades son distintas y todos hemos tenido que adaptarnos a  esos cambios, aprendiendo a fijarnos en el color del cristal por el que la vida  se mira  e incluso he aprendido a mirar el mundo a través de sus ojos, sus profundos ojos rasgados que son capaces de acelerar los latidos del mundo y parar los de mi corazón. Hace seis años que estamos juntos y a veces, como hoy, parece

El punto...y aparte.

A veces un empujoncito es suficiente para franquear un obstáculo. A  veces una actitud  a lo mejor no es otra cosa que miedo  al ridículo, frustración o confusión o tal vez sólo retraimiento o ganas de llamar la atención  y no tomar en cuenta esa pose hacer cómo que no te das cuenta, “ignorarla”, provoca en un niño un cambio decisivo. Exponer a tu hijo, a tu alumno al éxito mediante un pequeño empujoncito, tan leve que ni siquiera él pueda percibirlo, y se volcará en una tarea o una actividad a la que antes se negaba aún sabiendo que podría resultarle divertida.  ¿Qué habría sido distinto si la maestra de Vashti no hubiera tenido ese gesto?