Mi hermano era una persona especial, con 37 años le diagnosticaron un cáncer raro, con un muy mal pronóstico. Le operaron y trataron con infinitas sesiones de quimioterapia intravenosa.
Pero
todo tratamiento resultó en vano, la rara etiología del cáncer que le tocó, resultó
un fiasco para la medicina. Y cuando los médicos le dijeron que no podían hacer
nada más por él, él buscó una manera de que todo aquel sufrimiento y lucha
sirviera para algo, sirviera para alguien: vida después de la vida.
Era
una persona generosa y así cuando ya nada se podía hacer para curarle, decidió
que donaría su cuerpo a la ciencia, para que si alguien más lo padeciera
sirviera su muerte para salvarle, o al menos para que los científicos pudieran
estudiar sobre lo que no pudieron remediar.
Para
ello se dirigió donde cualquiera que quisiera buscar información se dirigiría:
a internet.
La
cesión de su cuerpo fue a través de la página web:
Esta
página promete a las personas nobles que
su cuerpo será donado a la ciencia para que ayuden a la investigación, aunque
sea fuera de su comunidad o de su país.Mentira.
Mi
hermano se inscribió con fecha de
septiembre del presente año y le mandaron los formularios que con toda
solemnidad rellenó e incluso tuvieron que firmar dos testigos con él.
Cumplidos todos los requisitos al poco tiempo –el mes pasado-,recibió una tarjeta de donante que le dejó bastante tranquilo en el aspecto filantrópico del que antes he hablado.
Cumplidos todos los requisitos al poco tiempo –el mes pasado-,recibió una tarjeta de donante que le dejó bastante tranquilo en el aspecto filantrópico del que antes he hablado.
Cuando llegara el momento bastaría llamar a un número de teléfono. Según
dice en la página web de la asociación:
“Habrá a su disposición un servicio
de atención las 24 horas del día, los 365 días del año.“ Y su última voluntad se cumpliría. Otra
mentira.
Murió mi hermano el sábado 10 de noviembre y se dio notificación tal
como se indica en la tarjeta de donación, llamamos al teléfono ”En caso de fallecimiento” de la tarjeta. Contestó
una persona que ni siquiera supo indicar cuáles eran los pasos a seguir.
La enfermera de guardia del hospital de Alta resolución del Toyo, donde murió mi hermano se puso al teléfono por ver si entre ellos se podían poner de acuerdo, y reconoció acabar sudando de la impotencia que le produjo la conversación.
La enfermera de guardia del hospital de Alta resolución del Toyo, donde murió mi hermano se puso al teléfono por ver si entre ellos se podían poner de acuerdo, y reconoció acabar sudando de la impotencia que le produjo la conversación.
En el hospital en todo momento se portaron de maravilla y nos
ofrecieron la “tranquilidad” de reservar su cuerpo en la cámara frigorífica
mientras tratábamos de solucionar lo que parecía iba a darnos problemas.
Aquel que contestó al teléfono, ignorante del tema nos "recomendó" que llamáramos al día siguiente.
El domingo por la mañana lo intentamos de nuevo y nos dijeron que nos
llamarían al día siguiente lunes, dado que pasaban las horas y no llamaban, les
llamamos de nuevo y entonces nos dijeron:
- que en Almería no había facultad de medicina, algo que ya sabíamos (ellos también deberían haberlo sabido cuando aceptaron la donación).
- que la facultad de Murcia no lo iba a aceptar por la carestía de los tramites.
- que en Granada ya no aceptaban cuerpos desde hacía un año (también deberían haberlo sabido hace un mes cuando se firmó la donación)
Mientras tanto el cuerpo de mi hermano pequeño yacía en una cámara
frigorífica…
Viendo que no se iban a hacer cargo decidimos empezar a llamar a
puertas para cumplir la voluntad de mi hermano:
El lunes por la mañana llamamos
directamente a la facultad de medicina de Málaga,(la más póxima que nos restaba por llamar) donde la persona que nos informó dijo que prefería no comentar lo que pensaba
de esas asociaciones, y nos explicó que ellos solo aceptaban los cuerpos
donados directamente a ellos por lo que de ninguna manera podrían aceptarlo.
Así nos enteramos que las facultades
están saturadas de cuerpos y que sólo admiten aquellos que les han sido donados
dentro de la propia provincia y que Almería al no tener facultad no cuenta con
este beneficio…ni parecido, que la crisis también llega a los muertos y que
sobran cuerpos y que los recortes dificultan el estudio de enfermedades raras.
¿No podían haberle informado de todo esto a mi hermano en su día?
De pronto nos vimos como mendigando que alguien acogiera el cadáver de mi hermano,
para poder cumplir su voluntad, añadiendo dolor a tanto dolor.
Y dijimos basta, y llamamos a los del seguro de decesos que mi familia tenía y pudimos respirar un poco, aunque con la indignación añadida a la amargura de no haber podido cumplir su generosa última voluntad.
Y dijimos basta, y llamamos a los del seguro de decesos que mi familia tenía y pudimos respirar un poco, aunque con la indignación añadida a la amargura de no haber podido cumplir su generosa última voluntad.
En una de sus páginas de esta web incalificable dice:
“Se garantiza a los donantes
de cuerpo y a su familia que serán tratados con dignidad, respeto y anonimato
en todo momento…
[…]El acto de la donación de
cuerpo requiere voluntariedad, libertad y solidaridad por parte del donante, y
aceptación y agradecimiento por parte de quien lo recibe.
Los donantes no son tan sólo personas que eligen donar sus cuerpos, ellos también son la madre, hija, padre o hijo de alguien y serán honrados en su decisión.”
Los donantes no son tan sólo personas que eligen donar sus cuerpos, ellos también son la madre, hija, padre o hijo de alguien y serán honrados en su decisión.”
Todo ha resultado ser mentira.
9 días después aún seguimos esperando una llamada. Ni respeto, ni dignidad ni aceptación ni agradecimiento.
9 días después aún seguimos esperando una llamada. Ni respeto, ni dignidad ni aceptación ni agradecimiento.
¿Se puede hacer algo?
Algo para que al menos si mi hermano no consiguió que su cuerpo
fuera útil a la ciencia por culpa de esta web fraudulenta, lo sea a las
conciencias, al menos que ninguna familia más se vea en los momentos angustiosos
que sufrimos en medio de tanto sufrimiento.
Porque además del dolor de
la pérdida de un ser necesario, nos queda la sensación de que nos han impedido
cumplir las últimas voluntades de nuestro ser querido.
Esta carta la he escrito y enviado a algunos medios de
comunicación porque no solo me parece que la asociación de donantes de cuerpos es
un engaño, ya que NO se puede donar un cuerpo si no es haciéndolo directamente
con las universidades de medicina (al no existir en Almería es imposible donar)
sino que por culpa de esa asociación fraudulenta (seguramente su razón de
existir sea alguna subvención gubernamental) no hemos podido cumplir la última
voluntad de mi hermano, cuyo estudio de su raro cáncer habría podido ser
interesante y de utilidad para la medicina oncológica.
Si esa asociación impresentable no hubiera existido o al
menos hubiera informado adecuadamente a mi hermano, podríamos habernos movido
en ese sentido o al menos no habríamos
sufrido el perjuicio moral y el dolor de esos días de incertidumbre y angustia
que por culpa de la asociación de donantes de cuerpo vivimos mi familia y yo.
Es una patraña, ellos no donan, ellos “informan” según
dijeron después, pero también es esto mentira porque el paso único y
fundamental para poder donar el cuerpo a la ciencia es HACERLO DIRECTAMENTE CON
UNA UNIVERSIDAD y en ninguna parte de su web ni en los documentos ni
formularios que le enviaron a mi hermano y que mi hermano les remitió debidamente
cumplimentados y ya hecho socio, ponía ese indispensable requisito. Entonces yo
me pregunto
¿PARA QUÉ SIRVEN? ¿PORQUÉ EXISTEN?
¿Cuántas familias se han visto en nuestra situación y aún
peor familias sin medios para poder pagar un entierro o una incineración y se
han aguantado con su dolor y no han querido o podido denunciar o dar a conocer el doloroso fraude
al que han sido sometidos?
Los fraudes no son sólo económicos, aunque si esta asociación está cobrando una
subvención, nos está defraudando a todos; existen fraudes –estafas- también
morales y nosotros hemos sido víctimas de una de ellas dolorosa y vergonzosa.