
Bajo el lema “"NO SOMOS RESPONSABLES DE LAS EMOCIONES, PERO SÍ DE LO QUE HACEMOS CON ELLAS".
Fue una toma de contacto con el concepto de inteligencia emocional, un dar a conocer en qué consiste y para qué sirve.
Se trata de tener o potenciar la habilidad para identificar y conocer nuestras emociones y las de los demás, y conseguir la destreza para manejarlas.
Algo que parece sencillo, que se supone todos debíamos si no nacer con ello, si desarrollarlo a medida que fuéramos creciendo de manera intuitiva o “aprehendida” de nuestros mayores, de esa “Tribu” educadora que cada día es menos sólida y más provisional, por lo que cada vez es más complicado que nuestros hijos y nosotros mismos seamos capaces de aplicar, de “rentabilizar” lo que sentimos, y sentimos siempre, con todo y con todos, continuamente, pero...¿somos conscientes de que lo hacemos, de lo que provocamos en los demás? .

No es fácil, pensemos en algo que nos saca de quicio de manera sistemática y de lo mucho que nos disgusta que la ira o el enfado, se apoderen de nosotros, nos hagan su presa y no podamos reaccionar de manera calmada o racional. A veces ni nos reconocemos en situaciones como por ejemplo conducir, o cuando pensamos que nos están “usurpando” algún privilegio, alguna cosa o beneficio que consideremos que nos pertenece por “derecho”.


Tal vez por eso me preocupa más el ser capaz de trasmitírselo a mis hijos. Todavía es peor el hecho de que desde que ellos han llegado también se ha ido al traste mi armonía, y la persona medida y centrada que creía haber llegado a ser.

Supongo que la adaptación es para todos y desde luego que tengo que trabajar mi propia IE hasta conseguir lo que en el taller nos propusieron.
Mi madre decía a menudo que los niños vienen al mundo
con cinco sentidos y que de los padres depende que les dotemos además del sentido común y les desarrollemos el sentido del humor. También me decía muy a menudo que tenía que domar mi carácter impetuoso y pasional… Ella cuarenta años atrás ya conocía el tema aunque no supiera denominarlo.
Y es que si se piensa un poco se trata nada más -ni nada menos- de sentimientos, emociones, reaciones con más o menos espontaneidad... todo esto es primario y elemental pero vamos tan deprisa y estamos tan preocupados por las cosas urgentes de cada día que es necesario que alguien nos reúna en un aula, una tarde de sábado de diciembre y nos explique todas estas cosas que pertenecen a nuestra intimidad, emociones y sentimientos intrínsecos a nuestros hijos y a nosotros, tan personales pero a las que no prestamos la debida atención.
Gracias Loreto y Marina por hacerlo.

Y es que si se piensa un poco se trata nada más -ni nada menos- de sentimientos, emociones, reaciones con más o menos espontaneidad... todo esto es primario y elemental pero vamos tan deprisa y estamos tan preocupados por las cosas urgentes de cada día que es necesario que alguien nos reúna en un aula, una tarde de sábado de diciembre y nos explique todas estas cosas que pertenecen a nuestra intimidad, emociones y sentimientos intrínsecos a nuestros hijos y a nosotros, tan personales pero a las que no prestamos la debida atención.
Gracias Loreto y Marina por hacerlo.
