- Mamá eres la mejor madre del mundo…. Incluyendo
a mi madre biológica.Primero te quiero a ti y luego a ella…
Y yo le explico que esto no es un podio o una carrera, que
no hay que dar puestos ni conquistar medallas.
- Pero yo te quiero más a ti –me dice-.
Entonces le lanzo la pregunta trampa:
- - ¿A quién quieres más a papá o a mamá?
- -.... ¡Eso no se pregunta!(Ahí le he dado)
- -Si quiero hasta mil os quiero quinientos a cada
uno – me dice tras un rato en silencio.Y añade al momento-Pero si os quiero tanto no me
va a quedar suficiente para querer a X.
Y yo le explico que no es así, que la capacidad de amar es la que uno tiene para querer, que no resta, ni
divide, que si uno tiene una capacidad de amar de mil, será capaz de amar mil a
su padre, a su madre biológica, a mí a su hermana y por supuesto a su amada X.
Parece que se ha
quedado más tranquilo.
No soy una santa, por
supuesto que una parte de mí se sentiría algo frustrada si mi hijo, una de las
personas a quien más quiero, no me considerara la mejor madre del mundo. Por que intento ser la mejor madre en lo que doy de mí. Pero
también sé que de alguna manera él se siente
mal con algunos de sus pensamientos y de
momento es muy fácil ayudarle a sentirse mejor. No siempre es así y no siempre
será así. Pero mientras pueda…