Me tropiezo con este vídeo en las redes (abajo), una niña pequeñita en la playa que descubre por primera vez su sombra y lejos de asustarse la observa,trata de tocarla, de cogerla, toca la arena oscura y le habla.
Me fascina, miro el vídeo embelesada, sonriendo, me llena de ternura... y me escuece. Me escuece en el alma no haberlo vivido con ninguno de mis hijos. Tengo que reconocerlo hemos vivido muchas primeras veces, y atesoro cada una de ellas. Pero a nosotros nos tocó despejar sus miedos a las sombras y a las brujas (babaikas) sus primeras palabras en español, sus primeros pasos en la arena, su primera vez en el mar. La primera vez que subieron a un ascensor. La primera vez que chuparon un limón... Aprender a atarse los zapatos, a montar en bicicleta, en patín o monopatin. Sus primeros Reyes Magos, sus primeros dientes caídos y el ratoncito Pérez. Los primeros tacones de Diana, los primeros amores de los dos y creo que el tesoro más valioso de todos: sus primeros besos. No sabían besar. Al principio se parecían a chupetones, te dejaban la mejilla, la barbilla (les gustaba darlos en la barbilla a los dos) y la nariz llena de babas... algo que me encantaba!
Miles de primeras veces que seguimos atesorando.
Ayer mirando unas deportivas nuevas de mi hijo pequeño me entró una añoranza terrible de mis niños pequeñitos... y es que eran unas zapatillas enormes! ya va por un 42!
Y mañana Diana cumplirá 17 años y el año que viene si quiere, irá a la universidad...y se nos llenará la vida de primeras veces.
Me fascina, miro el vídeo embelesada, sonriendo, me llena de ternura... y me escuece. Me escuece en el alma no haberlo vivido con ninguno de mis hijos. Tengo que reconocerlo hemos vivido muchas primeras veces, y atesoro cada una de ellas. Pero a nosotros nos tocó despejar sus miedos a las sombras y a las brujas (babaikas) sus primeras palabras en español, sus primeros pasos en la arena, su primera vez en el mar. La primera vez que subieron a un ascensor. La primera vez que chuparon un limón... Aprender a atarse los zapatos, a montar en bicicleta, en patín o monopatin. Sus primeros Reyes Magos, sus primeros dientes caídos y el ratoncito Pérez. Los primeros tacones de Diana, los primeros amores de los dos y creo que el tesoro más valioso de todos: sus primeros besos. No sabían besar. Al principio se parecían a chupetones, te dejaban la mejilla, la barbilla (les gustaba darlos en la barbilla a los dos) y la nariz llena de babas... algo que me encantaba!
Miles de primeras veces que seguimos atesorando.
Ayer mirando unas deportivas nuevas de mi hijo pequeño me entró una añoranza terrible de mis niños pequeñitos... y es que eran unas zapatillas enormes! ya va por un 42!
Y mañana Diana cumplirá 17 años y el año que viene si quiere, irá a la universidad...y se nos llenará la vida de primeras veces.