En estos días me estoy encontrando muy a
menudo con el tema de la revelación, con "el problema"de cómo
contarles a nuestros hijos porqué no estuvieron en la barriga de mamá y porqué
hubo otra ..."mamá, señora, madre biológica..." o como cada uno quiera
llamarle a la mujer que dio a luz a la luz de nuestras vidas.
Incluso sé de varios casos de madres
que no les han dicho a sus hijos que no nacieron de ellas porque no
"se atreven"…Podemos pensar lo que queramos pero nadie puede -podemos-, juzgar
a nadie, empezando por la persona que llevó en su vientre a nuestros hijos.
Nosotros le llamamos por su nombre. Nuestra hija mayor estaba cercana a los 6 años cuando entró en el programa de
adopción.
Nuestra hija Diana vino al mundo, a
nuestro mundo con 7 años, así que sabe todo lo referente a su adopción,
aunque ella lo tiene muy claro.
Un día nos señaló a una niña con la que nos
cruzamos, nos explicó que esa niña “antes” era adoptada, yo le pregunté
-¿Antes...?¿Ya no...?
Y ella me contestó que ya no, porque
ahora tenía a sus padres, a su familia, sus amigos y que iba al colegio...
-“...Por eso ahora ya es una niña "normal", como yo.”
Nacho me preguntaba a menudo si él "chupó de mi
tetita” y otras veces si alguna vez tendré un bebé en la barriga.
Ya sabe que él no estuvo en mi barriga pero le costó asimilarlo.
Ayudó mucho a que entendiera que no estuvo dentro de mí y porqué fuimos a
buscarlo a Kazajistán la manera en que una amiga nuestra que también es
madre por adopción y que de manera profesional se dedica a hacer “libros a
medida”, supo explicar su historia.
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http://www.tulibroamedida.com/ |
Saberse protagonista de un libro, uno
de verdad, les hace amar ese cuento, esa historia, su historia y
facilita mucho las cosas.
Los cuentos, escritos para ellos, cuidan de sus miedos y sus anhelos...Se convierten en una herramienta que
ellos manejan a su gusto, que les da respuestas una y otra vez, en la que se
sumergen cuando quieren o lo necesitan y con el pueden explorar su propia historia
"a solas". Aunque yo se lo leo a menudo, es curioso cómo lo manejan a
su aire y cómo les gusta.
Mi hijo Nacho está más tranquilo
desde que sabe que el no nació de un huevo, algo que le preocupaba
bastante desde que visitara con el colegio una granja escuela. Pero quizá
el caso más significativo que conozco de lo útil que pueden llegar a ser estos libros sea el de una
niña muy lista, muy sensible, a la que una rara enfermedad le arrebató a su hermana siendo las dos muy pequeñitas. Para esta niña, el libro que habla con una enorme sensibilidad de esa tremenda pérdida, con palabras e imágenes hechas a su medida es como un tesoro para
ella que enseña a todas las personas que aprecia. Con él ha podido entender mejor lo que pasó.
Son libros muy especiales,
personales y muy emotivos sobre la vida, sobre las
cosas que necesitamos expresar, porque son sobre todo sentimentales.
La adopción, todos lo sabemos, no es posible sin pérdida, y creo que todos los recursos son pocos a la hora de que nuestros hijos conozcan, entiendan y asuman su pérdida, y hay que buscar la manera de ayudarles y sobre todo de acompañarles.
Os dejo el enlace por si os gusta la idea.