Partamos de la base que
cada persona es un mundo. De acuerdo. Y cada maternidad una aventura distinta
de emprender, la misma madre con dos o más hijos podrá contar lo distinto o no
que le resulta cada hijo y las circunstancias que rodean a ese todo que engloba
la maternidad, da lo mismo si le vienen de uno en uno que de dos en dos... o mas…
A veces cuando observo a esas madres primerizas manejarse con tanta
soltura no puedo por menos que hacerme una pregunta: el instinto maternal, se
despierta y se agudiza cuando te conviertes en madre o ya lo llevamos puesto en
estado latente o es algo inherente…o cómo demonios funciona?
Yo me convertí en madre primeriza de dos niños
de 7 y 2 años y medio, lo que para mí fue como si hubiera ingresado en una carrera universitaria
en un curso superior… en la de medicina por ejemplo, y pasara a tener que operar
sin saber lo que son los puntos de sutura.
Pues lo mismo y no exagero
nada.
Quien haya seguido este
blog, sabe cuál fue mi proceso, cómo me preparé , las incidencias de la pre-adopción, la espera y el mismo
proceso de adopción, a mi me ayudó mucho en todo aquel camino seguir los pasos
de quien había caminado antes por los senderos que conducían a lo que yo perseguía. Madres que compartían su trayectoria y con ellas aprendí a moverme por las
tortuosas galerías burocráticas, aprendí sobre el país y las costumbres donde tenía
puestas mis esperanzas, me leí todo lo que me recomendaron y lo que yo misma
encontré por redes y librerías. Sobre maternidad, sobre adopción, sobre
maternidad y adopción.
El caso es que cuando nace
un niño, madre y niño aprenden a la par, se aprenden a la par y no sé si será
igual de difícil o no, pero ese tramo de 7 y de casi tres años que te falta de la vida de tus hijos son
lagunas que difíciles de llenar.
Luego aprendes a
conocerles, te los vas aprendiendo, pero a un ritmo y bajo una tensión que hace
que te pierdas un montón de cosas que sumadas a las que te has perdido ya
conforman tu propia mochila.
Al principio, durante los
primeros dos años era –aunque procuraba hacerlo de forma encubierta-, una de
esas madres dramáticas que hacen de cualquier cosa una montaña...rusa, para lo bueno y para lo malo.
Luego estaba el tema de
las capacidades, de las de mis hijos y de las mías, desconocidas ambas por
todos.
Nos creemos cuando soñamos
con ser madres que el amor mueve montañas, y es posible que las mueva, pero no
siempre hacia el sitio acertado… Creemos que vamos a poder superar miedos
ancestrales porque somos personas preparadas y de mente abierta, pero todo un
abismo se nos abre ante nosotras la primera vez que te tropiezas con un tema de
salud, que no tiene porqué ser trascendente (aún es peor si resulta serlo) y
te preguntan por unos antecedentes que en tu libro de familia recién estrenado
aparecen en blanco, hojas y hojas años de vida que ignoras y todas
las vidas anteriores que corren por la sangre y las células que hacen que mis
hijos sean ellos…y tu, su madre, no sabes nada.
Ese miedo asoma las orejas
por los rincones en más ocasiones de las que yo quisiera y por supuesto en
infinitas más de las que yo creía que iban a existir. ¡Me consideraba tan
preparada!
Pues no. por mucho que te
prepares, que leas o que preguntes, que observes o que consultes nunca será
bastante. Puede servirte para familiarizarte con temas que son de manual, pero
que cuando entran todas las variables a formar parte de la ecuación de tu
vida resulta que lo mismo te pasas –sí una puede pasarse y presuponer -que no
llegas en tus conocimientos y cuando entre esas variables
se encuentran el miedo y la inexperiencia - y son variables
constantes- y la absoluta ignorancia de ti misma ante una situación que seguro
te desborda …entonces …

Entonces te das cuenta de
que ni lo que sabes ni lo que ignoras sirve de nada y tras muchos
entonces de estos (y pasaran muchos meses de entonces) empiezas a relajarte y a escuchar a tu intuición que has tenido encorsetada con teorías,
doctrinas y consejos bien intencionados y es cuando empiezas a relajarte…la
verdad es que no sé muy bien qué es lo primero si el que te relajas y aparece
la intuición o el que aparece la intuición –funciona- y te empiezas a
relajar…aunque sea por pequeños intervalos de tiempo.
Y te das cuenta de que has
perdido mucho tiempo tratando de aplicar esos manuales, o aplicando consejos
intransferibles… de todo el mundo… porque todo el mundo parece tener
derecho a opinar y sabe lo que tú no te atreverías a aventurar….
Cuando eres consciente de
todo esto y decides tomar las riendas y asumir que los niños que se
convirtieron en tus hijos por amor -y no sólo por adopción- no lo son de
la madre que creías ibas a ser, entonces llegas a la conclusión de que el único
consejo válido, el único que debí de escuchar, fue el de "relájate y
disfruta" que entre risas me dijo una amiga sabia que sabía por
lo que estaba pasando.

Relájate y disfruta porque
tampoco importa que no lo seas, que no seas esa madre perfecta, porque no hay
otra y la que hay pone todo su empeño en hacerlo lo mejor posible, aunque no se
parezca para nada a la madre sublime que creías ibas a ser.
Además tus hijos tampoco
son los niños idílicos que soñabas (a los que casi no les olía la caca) y que
te preparaste para cuidar, pero son sabios...Más sabios que tú y por eso, día a
día, son los que te enseñan a ser su madre, ni manuales, ni doctrinas ni
consejos. Ellos son los que te adiestran.
Y yo toda ignorante, sigo
aprendiendo.