Esta semana -trabajo aparte- ha sido un no parar, fiestas de pre-navidad de los niños, recogida de notas, fiesta de actividades deportivas,
partidillos, exhibiciones.
Las notas, las de los dos, han salido bien.
Diana en su primer trimestre en el instituto ha superado la primera evaluación lo cual hemos celebrado mucho, ya que ha sido una adaptación laboriosa al nuevo entrono , a nuevos compañeros, profesores y metodología y alguna asignatura estaba en peligro de suspenso.
Mi hija tiene 12
años y es –si se le achucha- una buena trabajadora, pero todas estas circunstancias y
alguna hormona más añadida, estaban dando unos pobres resultados
académicos a los que no está
acostumbrada, por lo que tuvimos que acudir a la ayuda extra de una academia donde nos encontramos a un profesor sensacional.El profesor se llama Carlos y La academia Retamar, está a un
pasito de casa y este profesor nos ha acogido a Diana y a mí con verdadero
interés, -seguro que el mismo que le pone a todos sus alumnos-, pero con el extra añadido que yo
también voy en el lote, es decir que voy, le cuento los apuros, los atascos y los
progresos, la idiosincrasia de su alumna y conjuntamente elaboramos tácticas y
estrategias para que Diana salga victoriosa. Como así ha sido. (Gracias)
Nacho con 7 años está hecho un trastillo, muchas veces no le
da tiempo en clase a finalizar las tareas y otras que si le da, se dedica a
perder cuantos lápices y gomas caen en sus manos ya sean propios o ajenos. Es
una de las tareas que junto con su maestra Mª Ángeles, este año nos propusimos
enmendar para promover un poquitico de
responsabilidad y que al final tropecientos elementos de escritura y “borradura” desaparecidos después, parece que lo hemos conseguido (cruzo los dedos porque a veces el desarrollo de mis hijos es exactamente igual al baile de la Yenka)
La maestra que está realizando un excelente trabajo con mi hijo, está contenta y ve un futuro académico brillante
y prometedor para Nacho, con lo que salí
de la tutoría más feliz que una perdiz (tan diferente de la misma tutoría,
mismo lugar, misma profe un año atrás.)
Se dicen muchas cosas sobre que los niños deben trabajar o no en vacaciones,
pero si bien estoy de acuerdo en que no se les debe acuciar con temas académicos, creo, y no me dejo rebatir ni por familiares, propios ni
extraños -lo siento-, que mis hijos, tanto uno como el otro, tienen que tener un ratito para ejercitar alguna de las
áreas en las que su desarrollo va más lento. No me refiero con eso a intentar cambiarles el ritmo, o a tratar de acelerarles,
sino a reforzar en aquellas áreas donde cada uno necesita un apoyo extra.
Nacho hemos detectado que necesita ser reforzado y potenciar su coordinación viso manual (ojo-mano)
y la atención visual. Por lo que seguiremos haciendo unos ejercicios para reforzárselo
que consisten en unas fichas de la colección RED de ICCE (si queréis saber más PINCHAD AQUÍ)
Además acaba de salir un cuaderno de fichas "101 ejerciciospara enseñar a aprender" cuya Autora es Marga Muñiz Aguilar, de la que no me cansaré
de comentar y elogiar su trayectoria profesional,
que tanto me ha ayudado y me sigue ayudando, acabo de bajármelas y son
divertidas y si fuera por mis hijos se las acababan antes de Nochebuena.
Con Diana reforzaremos, un poquito del pensamiento abstracto
y el enriquecimiento de su vocabulario y los mapas conceptuales con el método APDI este verano le ayudó mucho hacer fichas de este método y ha sido ella la que me ha pedido hacerlas. También aprovecharemos ratitos para leer
juntas tiradas en el sofá. Que la lectura es importante y Nacho se suele sumar con su lectura favorita Asterix y Obelix.
En "actividades extraescolares", intentaremos ejercer un
poquito el orden, la pertenencia al equipo (familiar) y la convivencia pacífica
entre todos los miembros incluida nuestra mascota, el lunes operan a nuestra Bruna
de un tumor mamario por lo que todos
estamos un poquito nerviosos e
intranquilos y nos va bien estar ocupados, así por ejemplo hoy en el cuarto de
los niños estamos de boda, los encargados de administrar los oficios son Diana
y Nacho ya que el cajón de su armario había terminado siendo un amasijo de
calcetines desparejados de los que nadie parece tener la autoría de semejante desunión
y desavenencia. Así que entre risas y calcetines voladores como confeti
esperamos que pronto finalice la ceremonia.
Ya llegaron las vacaciones, se acabaron los horarios
estipulados, hay tiempo para jugar y para aprender y para enseñar a aprender y
para ocuparnos todos de todos y para
acordarnos de nuestros afectos (amigos y familia), los que están, los que no, los
que estuvieron y los que siguen estando aunque sólo los veamos en los rasgos
maravillosamente orientales de nuestros dos reyes que, estos si y de verdad
llegaron en estas mismas fechas hace 5 años.
¡Diana, Nacho, Eduardo, Bruna y yo os deseamos desde el
corazón y el cariño FELIZ NAVIDAD!