Y esta es la tercera y última entrega de la narración en imágenes del encuentro en Ust-kamenogorsk con nuestros hijos. Las tres están hechas para mis hijos con la secreta intención de que asimilen -y asimilemos- nuestra historia, la de nuestra familia, la de cómo se formó .
Me pareció una buena formula para normalizar una realidad dura como es la adopción (su amplio significado) y comparto estos momentos en este blog porque es una historia de la que estoy orgullosa. Estoy orgullosa de mis hijos, de lo mucho que hemos luchado por tenerlos, y de la historia que vivimos y que acompaña a las imágenes.
El mundo de la adopción está lleno de momentos duros, antes, durante y después, pero como todo en la vida hay que quedarse con los momentos maravillosos y aprender de los más difíciles.
Mis hijos no se cansan de verlos y se ríen y les encantan.
Quiero que ellos también estén orgullosos de la historia que han protagonizado.
Porque son, cada uno a su manera los protagonistas de una particular epopeya.
Para mis hijos, mis héroes.