Nacho lleva unos días con una tos de perro que no le deja (ni me deja) dormir por la noche.
Hemos probado todos los jarabes acabados en X, pero ni Flutox ni Pectox ni nada. Al final la pediatra nos mandó unos supositorios infantiles Diminex (como no) antitusivo infantil.
Hemos probado todos los jarabes acabados en X, pero ni Flutox ni Pectox ni nada. Al final la pediatra nos mandó unos supositorios infantiles Diminex (como no) antitusivo infantil.
Nacho no sabía lo que era un supositorio pero se "supusitorió" que aquello no era bueno...
Lo miraba con recelo ya en su fundita, no le gustó nada el aspecto que tenía y empezó a recelar...
-Mami..eso para qué sirve?-Para que no tosas.
-Y se come?
-No, no se come.
-Se chupa?
-(Jajajaja) no no se chupa...
- (Con cara de asco) se aplasta...
- Jajajaja, no Nacho, no se embadurna.
El pobre no podía ni imaginar de lo que se trataba, hasta pensó en que se metía por la nariz.
Un rato después cuando, -aprovechando la postura de utilizar las toallitas húmedas- le puse un poco a traición, el minúsculo supositorio, al pobre mío no le hizo ninguna gracia, y eso que fue entre juegos, mordisquines y besos sonoros, risas y un apretarle los cachetillos como se le hace a lo bebés para que no lo expulsen.
-Mamáááááá......, este culo no me gusta.-(Ay... que momento! ) Y que hacemos Nacho?
- Quítamelo!.
-No cariño no puedo, ya verás que esta noche no vas a toser nada.
-Quítame el culo mamá. Que no me gusta!
Lo entretuve con el vídeo de las ranitas que le gusta muchísimo y aunque bajito seguía con su letanía de que ese culo no le gustaba, acabó por olvidarse y se durmió sin problemas.