Ir al contenido principal

Supotorio

Nacho lleva unos días con una tos de perro que no le deja (ni me deja) dormir por la noche.
Hemos probado todos los jarabes acabados en X, pero ni Flutox ni Pectox ni nada. Al final la pediatra nos mandó unos supositorios infantiles Diminex (como no) antitusivo infantil.
Nacho no sabía lo que era un supositorio pero se "supusitorió" que aquello no era bueno...
Lo miraba con recelo ya en su fundita, no le gustó nada el aspecto que tenía y empezó a recelar...
-Mami..eso para qué sirve?
-Para que no tosas.
-Y se come?
-No, no se come.
-Se chupa?
-(Jajajaja) no no se chupa...
- (Con cara de asco) se aplasta...
- Jajajaja, no Nacho, no se embadurna. 
El pobre no  podía ni imaginar de lo que se trataba, hasta pensó en que se metía por la nariz.

Un rato después cuando, -aprovechando la postura de utilizar las toallitas húmedas- le puse un poco a traición, el minúsculo supositorio, al pobre mío no le hizo ninguna gracia, y eso que fue entre juegos, mordisquines y besos sonoros, risas y un apretarle los cachetillos como se le hace a lo bebés para que no lo expulsen.
-Mamáááááá......, este culo no me gusta.
-(Ay... que momento! ) Y que hacemos Nacho?
- Quítamelo!.
-No cariño no puedo, ya verás que esta noche no vas a toser nada.
-Quítame el culo mamá. Que no me gusta!
Lo entretuve con el vídeo de las ranitas que le gusta muchísimo y aunque bajito seguía con su letanía de que ese culo no le gustaba, acabó por olvidarse y se durmió sin problemas.




Hoy a medio día y en la comida ha sacado el tema y nos ha explicado cómo el "supotorio" le llegó hasta la garganta, le curó y ahora ya lo tenía en los pies...
Esta noche veremos cómo lo hacemos, ahora que sabe de qué va el "supotorio..."
Ya veremos, sabiendo ya de que se trata...



Entradas populares de este blog

Nombres kazajos

Es tan poco lo que sabemos de vosotros, tantas vueltas que le doy a la cabeza... ¿cómo seréis, de altos de flacos, de guapos, si tímidos o no, si será facil "hacerse con vosotros"... hoy le ha tocado a los nombres y la verdad es que tienen enjundia... Partamos de la base que los kazajos tradicionalmente creen que afecta a su nombre su fortuna. Cada nombre tiene un significado buscan nombres que tengan que ver con las expectativas que guardan para sus niños, o con alguna característica del día en que nacieron, etc. Esto es lo que he encontrado: Nombres masculinos kaza jo s : Akmetzhan, Alen, Alibek, Arman, Askar, Baltabek, Camran, Daniar, Dastan, Eric, Erkin, Erzhan, Garri, Hojanias, Jean, Kairat, Kemhebek, Marat, Mukhametkali, Nazer, Nurlan, Nursultan, Oraz, Ravil, Serik, Serikbek, Talgat, Taras, Abai, Ablai, Achmedjan, Amanet, Aniyar, Assylhan, Baurzhan, Beibitzhan, Borat, Daniyarbek, Ershat, Fauske, Fomenko, Kapan, Kenes, Khazretgali, Kholmatzhon, Kuanyshbek ,Madiyar, Magja...

Lecciones o bendiciones

“Hay personas que llegan a tu vida como una bendición y otras que llegan como una lección” .  Leo en algún sitio de esos muchos a los que por error o acierto me asomo clicando en las recomendaciones de nombres ajenos con los que a menudo me tropiezo en las redes sociales.  Se me clava la frase, no así a quien pertenece ni a qué venía el argumento... Desde que la he leído mi mente no deja de etiquetar a las distintas personas con las que comparto el cotidiano en una especie de manía clasificatoria: en lo laboral, en lo social y hasta en lo familiar...las voy catalogando una a una h asta que llego a mis hijos y, como tantas veces, ellos me rompen los esquemas, me lo ponen todo patas arriba,  me revuelven las creencias, me desbaratan los cajones de las certezas y  me revocan los permisos y las pautas de vidas pasadas de quererme más y por delante de quien fuera... Desde que están yo ya no soy la misma, y cada día intento dejar de ser aquella, -aquella que creí q...

Se llama calma. Poema de Dalai Lama

Se llama calma y me costó muchas tormentas.  Se llama calma y cuando desaparece…. salgo otra vez a su búsqueda.  Se llama calma y me enseña a respirar, a pensar y repensar.  Se llama calma y cuando la locura la tienta se desatan vientos bravos que cuestan dominar.  Se llama calma y llega con los años cuando la ambición de joven, la lengua suelta y la panza fría dan lugar a más silencios y más sabiduría.  Se llama calma cuando se aprende bien a amar, cuando el egoísmo da lugar al dar y el inconformismo se desvanece para abrir corazón y alma entregándose enteros a quien quiera recibir y dar.  Se llama calma cuando la amistad es tan sincera que se caen todas las máscaras y todo se puede contar.  Se llama calma y el mundo la evade, la ignora, inventando guerras que nunca nadie va a ganar. Se llama calma cuando el silencio se disfruta, cuando los ruidos no son solo música y locura sino el viento, los pájaros, la buena compañía o el ruido...