Del blog de Itsaso, Cuaderno de retazos,Comparto una historia que me ha hecho reír con ganas y me tiene todo el día en una sonrisa, porque me
hacía falta conectar con ese humor que te hace reírte de ti misma, sin sarcasmo
ni ironía, simplemente te ríes sin remedio…porque sí, porque soy así:
Una mujer quería subir a una montaña con sus hijos durante las vacaciones. Estuvo pensando lo que deberían llevar. Quería pensar en todo. Por ejemplo, podía haber lluvia. Entonces necesitaban impermeables, calzado para cambiarse y medias.
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Ilustración de Momo Carretero, |
Podría hacerse de noche demasiado pronto. La mujer llevó una linterna para cada
uno. También podría suceder que se perdieran. Entonces tendrían que pasar la
noche al aire libre. La mujer metió una tienda de campaña y sacos de dormir,
junto con un hornillo de alcohol, una olla grande y alimentos para unos días.
¿Y si uno de ellos se ponía malo en el camino? Era imprescindible tener
medicinas para diferentes enfermedades y vendajes. También se le ocurrió a la
mujer que podría haber niebla. Así que ató a los niños a una cuerda fuerte y se
colgó del cuello una bocina para la niebla.
De este modo subieron a la montaña, y se arrastraban unos a otros y jadeaban y
sudaban.
Pero no llegaron muy lejos. La mujer pisó una boñiga de vaca y como iba tan
cargada se resbaló cuesta abajo y los niños detrás, atados a la cuerda.
En la boñiga del camino no había pensado la mujer.
Ursula Wölfel, Veintinueve historias
disparatadas. Ed. Miñón.
Yo sólo para ir al parque
de al lado de casa, además llevo : el comedero (bebedero) de mi perra, agua, bolsas
para la kk del perro, juguetes, el telefono, la crema para el sol y el stick
para caidas, gorras, y lo que los niños decidan meterme en la mochila….
Gracias de nuevo Itsaso
por tu generosidad al compartirlo y hacernoslo llegar.