
Primero fue la despedida del maestro de Nacho, que lo ha sido durante tres años (el primero compartido con la Seño Isabel, que no olvidamos) ha sido alegre, emotiva, divertida y llena de momentazos.
Se acaba un ciclo importante, muy importante en la vida de Nacho …y en la nuestra, en este tiempo ha aprendido a hablar –español- a trabajar y a compartir (aunque el “esto es mío” sigue constante), también ha aprendido intelectualmente lo que es una familia aunque lo de los abuelos le costó mucho.

Las
letras y los números han empezado a formar parte de nuestras vidas y
palabras cuyos contenidos antes no importaban o parecían no importar empiezan a
tener la dimensión adecuada.
Un año más, pero no un año cualquiera, este año ha sido duro para todos por distintos motivos y por los mismos y también para Diana, para la que también todo empieza a normalizarse.Su fin de curso merece un post aparte.
Escribo para mi propia reflexión y por si sirve de algo a quien esté recorriendo un camino que por fuerza yo ya recorrí o me encuentro descubriendo.

La edad
con que un niño es adoptado importa y mucho, pero seguro que no es lo que puede decidir o favorecer el
vinculo o la adaptación o la felicidad de la familia que se forma.
Hay familias que saben que lo de que “todo es más fácil al adoptar a un bebé” es una verdad a medias, puede que sea más fácil porque desconocemos menos de su biografía, su libro apenas tiene para nosotros paginas en blanco, pero hay muchas cosas que no vamos a descubrir hasta que no los tengamos con nosotros y los niños "mayores" han superado facetas cruciales y no es cierto que "traigan" más problemas, o que resulten más complicados de alguna u otra forma, en algún momento pueden serlo todos, grandes y pequeños, porque su vida mas corta o menos ha sido complicada.Y su infancia primera ha sido dura y con esto no se puede frivolizar.
Hay familias que saben que lo de que “todo es más fácil al adoptar a un bebé” es una verdad a medias, puede que sea más fácil porque desconocemos menos de su biografía, su libro apenas tiene para nosotros paginas en blanco, pero hay muchas cosas que no vamos a descubrir hasta que no los tengamos con nosotros y los niños "mayores" han superado facetas cruciales y no es cierto que "traigan" más problemas, o que resulten más complicados de alguna u otra forma, en algún momento pueden serlo todos, grandes y pequeños, porque su vida mas corta o menos ha sido complicada.Y su infancia primera ha sido dura y con esto no se puede frivolizar.
El tópico de que los niños se adaptan "en seguida" hay que desterrarlo. Aunque son bastante acomodaticios los niños, pequeños y “mayores” hacen un gran esfuerzo para adaptarse y en algún momento, -no necesariamente al principio- pueden mostrar comportamientos "inexplicables" o que creemos conocer a qué son debidos -que atribuimos-, a un carácter resilente y fuerte, los niños más “mayores” tienen muchas más ganas de adaptarse y se esfuerzan y además pueden expresar mejor lo que les pasa. Los pequeños -hasta los muy pequeños-a veces tienen comportamientos caprichosos , explosiones de furia, que muchas veces no es otra cosa que su manera de expresar su frustración, la fustración de "no entender", y a medida que maduran esa "falta de entendimiento" sobre su biografía puede ser más acusada.
De todos
modos no quiero generalizar, cada niño, con su edad y circunstancias es
toda una aventura particular, llena de retos propios y particulares. Y sobre
todo, cada padre y madre con sus circunstancias, con su forma de ser y su
dificultad o no para adaptarse -a los padres también nos cuesta adaptarnos-,todo un reto con el que se enfrentan los niños,
y niños y padres serán los que propicien una adaptación y
formen una familia completa y feliz, independientemente de las edades de
quienes la formen y en el momento que la hayan empezado a formar y las circunstancias que les toque vivir, tengan que ver o no con la adopción, la vida es una noria y es muy cambiante y la edad de los niños es a
veces es el elemento que menos influye a la hora de formar una sólida familia.