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Una madre extraordinaria para un hijo extraordinario.


Eneko es un precioso niño, lleno de vida y ganas de luchar. Nació a las 30 semanas de gestación, lo que posiblemente sea el causante de su retraso psicomotor. 
Su madre tiene un blog,  cartas a Eneko ,un cuaderno de bitácora muy especial al que nos invita y os puedo asegurar que es el mejor y más motivacional blog que haya visitado.
También podéis conocerle en facebook. No dejéis de hacerlo.



Yo llegué a él por este precioso decálogo que como carta de presentación lo dice todo:


Decálogo de una madre de un hijo especial. (Mi visión de la maternidad).

1. No te culpes. Tu hijo ha nacido diferente, porque tenía que ser así . Es su identidad. 

2. No te avergüences. Aunque parezca una barbaridad pensar eso, hay padres que sienten que sus hijos son menos válidos por tener una discapacidad. No es falta de amor. Más bien falta de información. 

3. Habla de tu hijo en positivo. No te lances al pesimismo y la lágrima fácil. Tu hijo no se lo merece. Cuéntale a él y al mundo las cosas fantásticas que hace, aunque sean pequeños avances. 

4. Intenta olvidar las etiquetas. Tu hijo, a partir de un diagnóstico, sigue siendo el mismo de antes. Deja a los médicos ejercer su trabajo. Tu haz el tuyo. 

5. No hagas comparaciones. En el mejor de los casos, es una pérdida de tiempo. No vas a encontrar a nadie parecido a tu hijo. Eso es lo maravilloso de tu hijo. De todos los hijos del mundo. De todas las personas del mundo. Todos somos distintos. 

6. Ríete mucho. Tírate al suelo. No hay madre que en el fondo no quiera saltarse las reglas. Date el gusto. Tu hijo necesita una madre, y esto es muy serio, que esté un poco desequilibrada. No está muy bien visto pero aquí no nos importa más que nuestro hijo. 

7. No te canses de decirle "te quiero." Diez, veinte, cuarenta veces. Aunque quieras deportar lo en alguna ocasión. Aunque te gustaría cerrar lo ojos y que cuando los abrieses estuvieras en una playa paradisíaca. Sola. Más sola que la una. Aún en esos momentos. Abrázalo y dile que le quieres. Incluso díselo sin hablar. Con la mirada también se dicen muchas cosas. Aprende a querer con los ojos.

8. No te pongas metas. No quieras ver a tu hijo en su futuro. Te perderás el presente y además puede que pienses lo que pienses te equivoques. 

9. Aléjate de la gente que te debilita. Las personas que te tienen lástima, las que fingen que con ellos no va el tema, los que miran a otro lado y desprecian a tu hijo...todos esos fuera de tu vida. Conserva a los que están ahí cuando los necesitas y siempre tienden sus brazos hacia tu hijo. 

10. Quiere te mucho. Mírate al espejo cada día y repítete que eres la mejor madre, la más guapa. Aunque no te haya dado tiempo ni para peinarte. Y piensa siempre algo muy importante. Los recuerdos de nuestros hijos no serán materiales. Si fuese así solo querrían a sus padres los niños ricos. Intenta dejarles un legado lleno de caricias, conversaciones debajo de una sábana, galletas de chocolate, pompas de jabón, y muchos muchos besos.

Es este un decálogo valiosísimo para todas y cada una de nosotras, madres, porque todos nuestros hijos son especiales.




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