Ayer 9 de noviembre se celebró el Día Mundial de la Adopción, un acto legal mediante el cual se crea un vínculo filial por derecho entre una persona o familia, que acoge como hijo a una persona menor de edad que es hijo biológico de otros padres, dándole una familia y un hogar. Un día que pretende crear conciencia y sensibilizar a la población mundial acerca de la importancia de la adopción. Ayer mi hija cumplía 19 años, fue a la universidad, este año está en 2º grado de Educación Primaria y se está planteando hacer también Educación Infantil, como segunda carrera. Al ser día entre semana lo celebramos en familia con el pollo a la nata (su plato favorito que me pidió que le cocinara) algo de picoteo al gusto de los chicos, Fanta como bebida estrella y tarta con barquillos de chocolate. Todo muy sencillo, nada espectacular, como los regalos que recibió, algo de ropa, unas sábanas chulas para su cuarto y unos tenis de un outlet que le gustaron. Cuento todo esto para compart
Este ha sido un curso raro, difícil, de pulsos de salud física y mental. Un año duro, agotador, lleno de preocupaciones más allá del COVID. En lo personal compartiendo agobio y conteniendo inquietudes, un tiempo que ha necesitado de muchas dosis de paciencia y presencia (quien viva con niños o adolescentes lo sabe), y de mucha creatividad. De pronto, como si de una película de ciencia ficción se tratara, nos encontramos paralizados con los toques de queda y la prohibición de quedar y abrazar más allá de tus convivientes, Y las calles cerradas y las bocas tapadas y el mundo se volvió peligroso y hostil en lo invisible y nos descolocó muchas de nuestras verdades relativas y casi todas las certezas absolutas, y nos arrebataron los derechos adquiridos y aprendimos o reemprendimos un camino nuevo, diferente, disparejo pero al mismo centro del miedo. Con el #YoMeQuedoEnCasa y para no quedarnos aislados, nos hemos puesto las pilas, hemos tenido que digitalizarnos casi a marchas forz