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Otra forma de aprender es posible.

En la charla  que impartió la psicóloga Elena Borrajo a través del Instituto Familia y Adopción, (y cuyo resumen lo tenéis en la entrada anterior a esta reseña)  nos recomendó tres libros: 

“El niño abandonado” de Niels Peter Rygaard.  De la editorial Gedisa.



Con un tono optimista y esperanzador y su  estilo sencillo y directo, al alcance de todos, la escritora (autora también de ”Cuando l@s niñ@s no vienen de París”) evidencia en este libro, que en el proceso de aprendizaje intervienen dos elementos: el que aprende y el que enseña.. 

“Supuestamente el papel del docente es facilitar el aprendizaje, con lo cual puede concluirse que si no hay aprendizaje, no ha habido enseñanza. 
Sin embargo, la tarea educativa actual no se centra en enseñar ni en aprender sino en evaluar. Y evaluar es importante pero debería servir sólo como diagnóstico para ayudar a aprender.”

Es un libro dirigido sobre todo a los padres y madres  que estén dispuestos a ayudar a sus hijos en el -a veces difícil y asincrónico- proceso de aprendizaje a base de imaginación, creatividad y paciencia, dándo pautas para ayudar a nuestros hijos con tareas cotidianas, a  desarrollar habilidades como la memoria, la concentración o el razonamiento abstracto,(todas ellas tan necesarias )  mediante actividades sencillas y habituales, proponiendo  en el libro muchas de estas actividades - al alcance de todos- y los objetivos que se persiguen al realizarlas y ofreciendo recursos para encontrar muchas otras con direcciones de páginas web, películas, etc. Puntualizando que no se trata de que los padres nos convirtamos  en profesores de apoyo, sino que usemos actividades cotidianas de la familia (un paseo por el campo, por ejemplo) para ayudar al desarrollo de las habilidades cognitivas de nuestros hijos. Buscando sobre todo que el niño aprenda por el gusto de hacerlo y no por recibir recompensas, promoviendo así que nuestros hijos sientan que el aprender es divertido, no algo mecánico o memorístico sino fundamentalmente experimental.
Con este libro la autora nos recuerda que pese a que vivimos en una sociedad cuyo fin es llegar  a objetivos curriculares claros y marcados,  no debemos olvidar la importancia del camino para lograr la meta y que además de los objetivos es importante aprender con risas y juegos, disfrutando en el camino.
Con los recursos de “Aprender de otra forma es posible” Marga Muñiz Aguilar no solamente nos ayuda a entender procesos y problemas que pueden influir en las dificultades de nuestros hijos sino que nos enseña a ayudarles a aprender y nos ayuda a los padres a aprender cómo enseñarles.

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