No sé si es aquí donde tengo que escribir, ya me dirás.
Tendría muchos temas que abordar pero hoy lo que quiero es hablar sobre una segunda paternidad/maternidad adoptiva.
Nosotros somos padres de un niño de origen ruso que ahora tiene nueve años. Llevamos en trámites para una segunda adopción desde octubre del 2009, y supuestamente este año será el año, aunque esto nunca se sabe. Esta nuestra segunda espera ha sido muy diferente de la primera. Ahora no ha habido ansiedad ninguna, ni agobios con las esperas, y eso que esta está siendo infinitamente más larga que la primera. Pero tenemos un hijo al que atender, miles de cosas que abordar con él antes de que llegue a la temida adolescencia, deberes, etc...qué os voy a contar.

A medida que ha ido pasando el tiempo, no nos hemos arrepentido de la decisión, pero confieso que me da miedo. No me daba la primera vez, porque no sabía nada de lo que sé ahora, nada de apego ni vínculo ni efectos del abandono...Nada de la necesidad de acompañamiento tan intenso que tienen nuestros hijos...Y ahora pienso en otro hijo adoptado y me da miedo. Miedo a poder con los dos, a asistir las necesidades de los dos: las del que viene, totalmente desamparado y que hay que hacerle la ITV y luego seguir con lo demás, y la del que ya está en casa para que no se sienta menos, siga luchando y sigamos luchando por seguir adelante con lo que nos traemos entre manos, y se vincule bien con su hermano o hermana.
![]() |
Me da miedo que todo lo que llevamos construído se vaya al garete, porque el que venga tenga unas necesidades con las que no contábamos, o que la relación entre los dos niños sea tediosa, por el motivo que sea. Esto puede pasar también en las familias biológicas pero ya sabemos que en el caso de los niños adoptados es diferente, todo adquiere una intensidad del cuádruple y los motivos son mucho más profundos.
Evidentemente, después pienso que merecerá la pena, y que todo en esta vida tiene un riesgo, pero eso no hace que me siga dando un poco de miedo...
Elena
Gracias por este escrito, por compartir ese miedo, por describir en cuatro pinceladas y tan bien la espera del primer hijo, ansiedad, agobio, otra clase de miedo, tal vez el de ahora es más consciente, sabes más y conoces la adopción desde el otro lado. Un segundo hijo es una decisión valiente, y tu lo eres y mucho, porque valiente no es el que desconoce el miedo, sino aquel que conociéndolo y sintiéndolo sigue adelante.
Gracias, un millón de gracias por usar este rincón y enriquecerlo con tus sentimientos tan sinceros.
Gracias, un millón de gracias por usar este rincón y enriquecerlo con tus sentimientos tan sinceros.
Mercedes