Perdón por ser egoísta.
Empiezo así, pidiendo disculpas porque hoy el día de la madre
es un día significativo para mí y estoy un poquito dolida.
Me explico:
Perdí a la mía hace más de 25 años y no hay un solo día que
no la añore y un día como hoy la recuerdo aún más vivamente y me siento muy
huérfana.
Luché por ser madre con todas las armas que tuve a mi
alcance y busqué a mis hijos por todo el orbe desde china a Kazajistán y fue
allí donde los encontré en uno de los rincones más apartados del mundo.
Antes pasaron muchos días
de la madre en los que no tenía a quien regalar ni quien me regalara, sintiendo
los dos vacíos en mi corazón y en mis entrañas.
Yo crecí con la enseñanza en la importancia de los detalles
que mi madre me inculcó, yo misma viví envuelta en detalles y dándome cuenta de
lo especial que te hacen sentir, lo querida que te hacen sentir. Un detalle es
una buena manera de hacer sentir a alguien que es importante para ti. Y no me refiero
a detalles materiales, no de esa clase de detalles que se compran.
Los del día de la madre no.
Cuando yo era pequeña en el colegio el día de la madre era
un día importante y trabajábamos para que así lo fuera desde navidad: un
teatrito, una canción, una poesía, una manualidad más o menos compleja y la
complicidad de nuestros allegados que nos proveían de los materiales necesarios
: papel charol, un paquete de pinzas, una caja de quesitos, un tenedor de palo,
cada año iba en la imaginación de la maestra y si no había quien nos abasteciera
(mi padre nunca estaba en casa) era la propia madre quien se encargaba y eso no iba en detrimento de la sorpresa que
luego recibía.
Desde hace unos años en el colegio de mis hijos han decidido
no hacer regalos para el día ni de la madre ni del padre, la justificación es
que dada la complejidad de las familias actuales es mejor no hacerlo para no
herir a nadie.
Han cambiado los tiempos y ya no sirve aquello de madre no
hay más que una. Pero a mí me han herido. Nadie más que yo entiende y respeta
la pluralidad en las familias, y creo que la educación en pluralidad no
significa no implicarse, ignorar a padres y madres porque haya familias en que
no exista una de esas figuras o exista doblemente o haya fallecido o lo que
quiera que suceda en cada casa.
Mis hijos nacieron del vientre de otra mujer. En mi casa el
día de la madre podría ser complicado, las abuelas de mis hijos ya no están,
ninguna.
Para todos los adoptados y sus madres el recuerdo de la
madre biológica se acentúa mucho más en este día y no por eso obviamos un día
de celebración, al contrario, cantamos canciones de madres e hijos, vemos
dibujos de madres e hijos, mis hijos hacen dibujos y manualidades y me
ayudan en casa para que acabe pronto y podamos estar más rato juntos.
Han cambiado los signos y los tiempos, pero las madres no tenemos bandera
ni signo de puntuación más allá del acento en la última á, lo que me recuerda
que el día de Andalucía en el colegio es muy importante y se hacen muchas cosas
y murales, y los niños se visten con camisetas verdes y blancas por la bandera y recitan
poesías con tintes de himno y se reúnen en el patio para festejar
el día haciendo grande la patria chica.
Política …”Si será fea la palabra que añades la palabra “política”
a la de “madre” y da suegra…” (decía un
chascarrillo) Ahora no es políticamente correcto celebrar así ni de ninguna forma el día de la madre
para no herir a nadie, pero a mí me han herido, me han excluído otro año más a cuenta de la
pluralidad.
El de mis hijos es un buen colegio, pero el año pasado el libro de conocimiento del medio de mi hija rezaba “el ser vivo nace, crece,
alguno se reproduce y después muere”. También a cuenta de no herir
susceptibilidades.
Es verdad, yo no me
he reproducido pero no por eso me he dejado de sentir nunca un ser vivo ni me
sentía excluida de la clásica definición: “el ser vivo nace, crece, se reproduce y muere”.
Tal vez estemos sacando un poquito las cosas de quicio.
El
día de la madre es un día por el que he suspirado mucho tiempo y me gustaría
trasmitir aquí lo importante que me parece seguir trabajando
por que permanezcan esos detalles que lo hacen tan entrañable.